¿Cuánto dura un colchón?
El colchón es una parte fundamental en nuestras vidas ya que pasamos entre 6 y 8 horas al día en la cama. Se debe tener en cuenta que todos los colchones tienen fecha de caducidad. Esta fecha en la que el colchón deja de estar en condiciones óptimas para el descanso, dependerá de la composición y la calidad del propio colchón.
Saber si nuestro colchón sigue siendo apropiado para un buen descanso es muy importante. Si no lo es, se pueden producir efectos negativos sobre nuestra salud como tensiones musculares, dolores de espalda u otras lesiones que repercutirán en la calidad de nuestro descanso, en nuestra salud y en nuestro rendimiento diario.
¿Cuál es la vida útil de nuestro colchón?
Hay diversos factores que indican que se está acabando la vida útil de nuestro colchón. Es importante tenerlos en cuenta y detectarlos antes de que sea demasiado tarde. De esta forma, evitaremos que nos afecten los efectos secundarios de dormir sobre un colchón "caducado". A continuación, os mostramos algunos de ellos:
La calidad del colchón:
A la hora de comprar un colchón, nos podemos dar cuenta más o menos de su calidad. Un indicativo de este nivel de calidad, puede ser el precio. Por regla general, los colchones que se categorizan como "baratos", necesitan renovarse con más frecuencia que el resto. Esto es debido a la duración de las propiedades ergonómicas de los materiales de su núcleo. Es obvio pensar que materiales más económicos tendrán una vida más corta que otros materiales más caros y, por tanto, más complejos.
Uso de cubrecolchón:
Expertos de Asocama (Asociación Española de Fabricantes de Equipos de Descanso) han demostrado que, a lo largo de su vida útil, la superficie del colchón acumula millones de bacterias que en su mayoría proceden de la acumulación del sudor y el desprendimiento de partículas orgánicas microscópicas. La descomposición de todas ellas, dan lugar a una serie de gérmenes y bacterias que pueden alterar la salud de nuestro descanso. Estos organismos, aceleran el proceso de descomposición de los materiales ergonómicos de los acolchados del colchón, que son los que consiguen que al tumbarnos consigamos un determinado nivel de confort en el descanso.
Al usar cubrecolchones o fundas de colchón, se está creando una barrera física entre el colchón y el cuerpo del durmiente. Esto dificulta, hasta incluso evita, el contacto de estas bacterias con la superficie del colchón, que lo protegerá de un deterioro precoz.
Mantenimiento del colchón según las instrucciones del fabricante:
Es realmente importante seguir las indicaciones del fabricante del colchón indicadas en su etiqueta, para que se mantenga en su nivel máximo de calidad durante su vida útil. Algunas acciones indicadas por los fabricantes, según el tipo y la composición del colchón, son girar o rotar el colchón, o hasta incluso darle la vuelta, cada cierto tiempo. Por ejemplo, los colchones de muelles deben voltearse cada tres meses, para evitar hundimientos prematuros en la zona del durmiente de mayor peso.
También es importante seguir bien las indicaciones del fabricante a la hora de limpiar manchas sobre la superficie del colchón. En muchas ocasiones, las sustancias muy ácidas o abrasivas pueden estropear el confort de nuestro colchón.
Uso dado al colchón:
Es importante evaluar el uso que se le ha dado a un colchón, a la hora de determinar su fecha de caducidad, independientemente de la calidad de los materiales con los que esté fabricado. Como es lógico, un colchón que se use a diario va a tener mayor desgaste que aquellos que se usan durante periodos vacacionales o en momentos puntuales.
Somier o base sobre el que se apoya el colchón:
Para determinar cuánto durará un colchón en perfectas condiciones para el descanso, es importante proporcionarle una base adecuada para un soporte óptima de la espalda de los durmientes. Con una buena base, se evitarán las deformaciones prematuras del colchón y se permitirá sacarle el máximo partido al equipo de descanso. Una sencilla forma de acertar en la base el colchón es seguir las indicaciones de tu vendedor de colchones.
Con un soporte inadecuado, el colchón se acaba deformando de forma prematura, afectando negativamente al descanso.
¿Cuándo se considera que hay que cambiar de colchón?
El desgaste en el colchón es inevitable, ya que es un objeto que se usa a diario. A pesar de realizar un perfecto mantenimiento y de haberlo protegido de forma correcta, el colchón acabará por estropearse. Con el paso del tiempo, todos los colchones sufren lo que se conoce como efecto huella, provocado por el hundimiento en la zona de descanso. Un hundimiento mayor a 3 cm se considera perjudicial para la salud y es razón suficiente para cambiar de colchón de forma inmediata.
Desde Milcolchones aconsejamos la sustitución del colchón a partir de los 8 años de uso y siempre antes delos 10. De esta forma, se podrá mantener la calidad en el descaso y se evitaran problemas de salud.